Etapa: Postproducción | Locación: Honda, Tolima | Duración: 70 mins | Dirección César Jaimes y Canela Reyes | Productora: Laura Nogal | Asistente de dirección: Manuel Ponce

Las almas ni los ojos

Pacho, vuelve a ver una fotografía de hace muchos años. Al verla, y sentir que se parece a su último recuerdo que tiene de su pueblo, siente ansias de volver a él y encontrarse con los que allí dejó. Ante esa imposibilidad, Pacho crea y construye toda una ficción en la que imaginariamente vuelve a su pueblo para tener un reencuentro, así sea a través de la imaginación, con su propia historia y pasado para intentar sanar las huellas que la violencia ha dejado en su vida.

Al llegar a este pueblo, que parece estar solitario, a Pacho lo reciben unos rostros que lo llevan esperando mucho tiempo. Ellos, desde el pasado y a través de sus miradas, acompañan a Pacho a recorrer las calles. Pacho, al darle vida a estas almas a través del juego y de la imaginación, busca darle una nueva mirada a una imagen que se había quedado estáticamente marcada como la imagen inaugural de la violencia en Colombia. Pacho intenta reconciliarse con su pasado propio y volver al pueblo que algún día fue suyo.

“Del Orinoco el cauce

se colma de despojos;

de sangre y llanto un río

se mira allí correr,

en mi pueblo no saben,

las almas ni los ojos

si admiración o espanto

sentir o padecer.”

- Estrofa del himno nacional de Colombia